Recuerdo maravilloso

  Cuando mi hija Ana se fue a Japón de viaje de novios, le dije que me trajera un puñado de arena de alguna playa de allí, me andaba en la cabeza hacerle un bonito recuerdo.

  Me trajo una botella pequeña llena de arena en la que venía incluida algún trozo de concha, con la paciencia que me caracteriza para según que cosas, lavé la arena, la limpié y la puse a secar, hace unos días encontré el recipiente adecuado y con él se juntaron en mi cabeza todas las ideas que andaba rumiando.

Con la idea ya clara cojí mi colección de botones y de charm y armé todo, recordando los momentos que mi hija nos había ido contando en sus Whatsapp diarios.
Ana y Alex se han sormprendido mucho y están encantos con el regalo, va a ser su primera Navidad de casados y su primer árbol.
Con todo el trajín no le había hecho foto y se han encargado de hacerlas y añadir una moneda para redondearlo.
Aquí tenéis las fotos y las impresiones de Ana

Este es otro trabajo que da que pensar pero la realización es sencilla y de satisfacción inmediata