No hay quilter que no se precie, que no le guste el té y los gatos así es que aquí teneis el mío, es de piedra y pintadito , los de verdad no me acaban de llenar.
Está pintado en un canto rodado, del tamaño que tiene un gato normal, lo hice hace seis años en "El taller de Chus" en un cursillo que hice, su utilidad es la de sujetar la puerta de la habitación de mi hija.
Os pongo la parte de alante y la de detras para que veais que de verdad es una piedra. Y un primer plano de esos ojooooooooos.
Hola Bea gracias por hacer una visita a mi blog. Veo que el tuyo va creciendo a pasos agigantado. Eso es bueno que somos creativas jajaja
ResponderEliminarHasta ahora no sabia que tenias blog, me lo apunto ya mismo en mis favoritos.
ResponderEliminarA mi me pasa lo mismo que a ti con los gatos.... yo soy de perros... y tienes razón tiene unos ojazos preciosos. Besos.
Te quedó genial!! Casi parece de verdad... Es una maravilla.
ResponderEliminarNice and quite cat :)
ResponderEliminarBeatriz, me encantan los gatos, en casa tenemos 2, y éste tuyo es que parece de verdad !
ResponderEliminarA mí me gustan los gatos. Tienen una personalidad muy especial pero este traspasa todo lo que había visto hasta ahora.
ResponderEliminarEsos ojos brillan en la oscuridad? porque entonces no sé si darán a tu hija las buenas noches o preocupaciones.
Y la idea esa de pintarlo en piedra es de lo mejor. Un gato que no molesta y que mira, no como los de escayola.
Anda queeeee